Considerada por muchos como la mejor tenista de todos los tiempos, Serena Williams anunció que se retirará después del Abierto de Estados Unidos, el último Grand Slam del año, que comenzará a fin de mes. La estadounidense, de 40 años, dio la noticia por medio de una emotiva carta publicada en la revista Vogue. “Es lo más difícil que podría imaginar. No quiero que se acabe, pero al mismo tiempo estoy preparada para lo que viene”, se sinceró la menor de las hermanas Williams.
“Tal vez la mejor palabra para describir lo que estoy haciendo es la evolución. Estoy aquí para decirles que estoy evolucionando lejos del tenis, hacia otras cosas que son importantes para mí. Hoy en día, si tengo que elegir entre construir mi tenis, mi currículum y construir mi familia, elijo lo segundo”, argumentó la ex número 1 del mundo (hoy está en el puesto 407) y ganadora de 23 títulos de Grand Slam: siete en Wimbledon, siete en el Abierto de Australia, seis en el US Open y tres en Roland Garros. Esta vez, la oriunda de Michigan hará su último intento por coronarse en Nueva York, aunque ella misma cree que será más bien una despedida que un intento competitivo.
“Por desgracia, este año no estaba preparada para ganar Wimbledon. Y no sé si estaré lista para ganar Nueva York. Pero lo voy a intentar. Y los torneos previos serán divertidos. No estoy buscando un momento ceremonial y final dentro de la cancha. Soy terrible para las despedidas, la peor del mundo. Pero por favor, sepan que estoy más que agradecida por ustedes de lo que puedo expresar con palabras. Me han llevado a tantas victorias y tantos trofeos. Voy a echar de menos esa versión de mí, esa chica que jugaba al tenis. Y yo los voy a echar de menos a ustedes”, agradeció Serena.
No obstante, en caso de coronarse en Flushing Meadows, alcanzaría el récord de 24 títulos de Margaret Court. “Hay gente que piensa que no soy la mejor porque no superé el récord de Margaret. Mentiría si dijera que no quiero ese récord. Obviamente lo hago. Pero día a día, realmente no estoy pensando en ella”, señaló la menor de las Williams, quien se encuentra jugando actualmente el Masters 1.000 de Montreal, donde logró su primera victoria en mucho tiempo, sobre la española Nuria Párrizas.
“Voy a ser sincera. No hay felicidad en este tema para mí. Sé que no es lo habitual, pero siento un gran dolor. Es lo más duro que puedo imaginar. Lo odio. Odio tener que estar en esta encrucijada. Sigo diciéndome a mí mismo que ojalá me resultara fácil, pero no lo es. Me resisto a admitir que debo dejar de jugar al tenis”, confesó.